Nos ha tocado lidiar con una etapa muy compleja de la economía mundial y es que, hasta hace pocos años, nuestros rivales directos tenían sus comercios en nuestra misma calle o en la misma ciudad y pocas veces rivalizábamos con comerciantes de otras urbes, dado que era difícil que un ciudadano se desplazase a comprar a otro lado. Sin embargo, en la actualidad, nuestros competidores más directos no solo no tienen porque estar cerca nuestro, ni siquiera en la misma provincia, sino que pueden estar en cualquier parte del mundo y esto es algo que, sí o sí, nos afecta. Este cambio se debe, en parte, a la aparición de internet, pero también a la mejora de la logística y es que en la actualidad podemos pedir algo a cualquier parte del mundo que, en pocos días, nos llegará a nuestro domicilio. Y es que esta es otra de las cuestiones que han cambiado, nuestra forma de comprar, dado que cada vez nos desplazamos menos a los comercios físicos y optamos por comprar a través de la red para que nos traigan todo el pedido a casa.