El uso de dispositivos móviles o los ordenadores, tienden a irritar y enrojecer los ojos, ya cada vez son más las personas que acuden al especialista a causa de este problema. Pero no solo son culpables las nueva tecnologías. Algunos tratamientos farmacológicos, como los diuréticos o los betabloqueantes, también favorecen la irritación ocular. Por otro lado, el embarazo, la menopausia o algunas enfermedades neuromusculares pueden provocar irritación y sequedad ocular. Y lo mismo ocurre con las calefacciones, el polvo doméstico, el humo del tabaco o algunos productos químicos. Las enfermedades como la conjuntivitis, la queratitis vírica, ciertas operaciones o leer durante largos espacios de tiempo, hace que se parpadee menos y los ojos tienden a irritarse.
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