Parecen limpitas y relucientes cuando las compramos, pero lo cierto es que, tanto las frutas como las verduras, pueden contener entre 10.000 a 1.000.000 de microorganismos por gramo. Los microbios que invaden estos alimentos, suelen producir modificaciones en su aspecto, como cambio de color, olor o roturas del tejido. Pero no todos los microorganismos provocan cambios en el exterior de frutas y verduras. Cuando son patógenos, su apariencia no cambia y por lo tanto, pasan desapercibidos.
Riesgo de contaminación microbiana
El riesgo de contaminación microbiana está muy controlado y regulado, lo cual no impide la exposición a infecciones y toxicoinfecciones tras el consumo de estos alimentos. En la sociedad actual existe unos parámetros de seguridad alimentaria fiables y sujetos a una normativa estricta. Sin embargo, no es suficiente y más vale prevenir. Hay que aclarar, que si bien, las frutas y hortalizas no son alimentos especialmente peligrosos, pero sí es cierto que son susceptibles de contaminación por microorganismos patógenos si no se lavan y desinfectan bien.
El proceso de producción y manipulación pueden favorecer la exposición de los vegetales a los microorganismos a través del contacto con el suelo, agua de riego contaminada y personas que los transportan o manipulan. Por eso, en TecnoCepillo cuentan con el Cepillo Cilíndrico Modular, industrial, que se caracteriza por su forma cilíndrica y está fabricado a partir de plástico y fibra. Estos cepillos se usan para el lavado y guiado de frutas o cualquier pieza delicada, o para limpiara otros rodillos y cintas transportadoras. También se usan para dar un suave rebabado, abrillantado, pulido y satinado.
En el Codex Alimentarius se incluyen las Buenas Prácticas Agrícolas, Buenas Prácticas de Higiene y Buenas Prácticas de Manufactura o Fabricación, definiendo como contaminación la «introducción o presencia de un contaminante en los alimentos o en el medio ambiente alimentario», además del sistema de Análisis de Peligros y Puntos de Control Crítico (APPCC) para garantiza la seguridad de a partir de la prevención.
La Agencia de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) asegura que «en el medio ambiente —suelo, polvo, agua de riego…— puede haber microorganismos patógenos y elementos químicos que en ocasiones pueden contaminar las frutas y verduras».
Cómo lavar frutas y verduras adecuadamente
No siempre somos conscientes de que si no lavamos y desinfectamos bien las frutas y las verduras podemos sufrir, como mínimo, un malestar estomacal, lo cual no es nada agradable, además de dolores abdominales, reacciones en la piel o enfermedades como la listeriosis, una infección provocada por la bacteria listeria monocytogenes, que provoca fiebre y fuerte dolor muscular, diarreas y trastornos gastrointestinales. Esta enfermedad es más grave en mujeres embarazadas, personas mayores de 65 años o con el sistema inmunológico débil. En algunos casos ha provocado la muerte de la personas afectada.
Según los expertos, casos así se dan todos los días, lo que pasa es que pasan desapercibidos, debido a que no suelen darse intoxicaciones en masa ni tampoco suelen ser muy graves. Pero igualmente, las consecuencias por la falta de higiene en la cocina, son una realidad.
Un estudio ha revelado que la mayor parte de las personas se conforman con pasar las frutas y verduras por agua y listo. O bien las dejan en remojo y después no las aclaran. Lo peor es que hay personas que ni siquiera las lavan. Cogen una lechuga y a comer. Y esto es un error. Pero por otro lado, existen personas muy escrupulosas con lo que comen, y hacen muy bien. Hay que tener mucho cuidado con lo que uno se lleva a la boca.
Además, si están mejor lavadas, las frutas y las verduras conservan mejor sus nutrientes, al contrario de lo que algunos creen. La mala conservación de los alimentos provoca la pérdida de nutrientes. Es necesario, además, lavarse bien las manos, usar utensilios perfectamente limpios y no usar jabones.
El chorro de agua corriente no esteriliza los alimentos, ni garantiza la total eliminación de todos los micoorganismos, pero si reduce de forma eficaz su presencia así como para la de los pesticidas que pudiern contener los alimentos.
Lo primero para manipular cualquier alimento hay que lavarse las manos con agua y jabón durante unos 20 segundos. Además, hay que usar una superficie de trabajo y un menaje impolutos limpios. Cuando hay que pelar el alimento, hay que lavarlo siempre antes, a fin de que el cuchillo o la hoja del pelador no entran en contacto con una piel contaminada y puedan quedan microorganismos en la pulpa ya pelada.
Y tú, ¿lavas las frutas y verduras correctamente?