Hoy en día no hay quien no conozca la práctica del Mindfulness y es que quizá es una de las tendencias más famosas del momento, practicada por público de todas las edades y hasta famosos. Pero, ¿sabes de donde se origina y que fue lo que lo convirtió en un estilo de vida tan extendido? Acompáñanos a descubrirlo.
¿De qué se trata el Mindfulness?
Por si lo has escuchado mucho pero aún no sabes de que se trata esta práctica tan popular, te contamos que es una doctrina filosófica milenaria que proviene del budismo y cuyo nombre, en pali (idioma del Buda), significa intención, atención pura, recepción y presencia del corazón; lo cual se transfiere a la práctica como una forma de meditar y de percibir al mundo y a uno mismo.
¿Cuál es el origen de esta disciplina?
La historia del Mindfulness comienza a fines del siglo XIX, cuando los colonizadores del Imperio Británico entran en contacto con prácticas budistas en la India, y quedan encantados con la paz y la plenitud interior que estos transmitían.
Así, después de esto deciden crear una sociedad para estudiar y extender la práctica de dicha filosofía, e incluso, figuras destacadas de dicho movimiento, escribieron libros en donde destallaron con gran exactitud este estilo de vida.
Así, por ejemplo, se puede acudir a las obras de Jiddu Krishnamurti, una de las figuras más destacas de la divulgación del Mindfulness, Richard Wilheim, quien puso a nuestro alcance la herencia taoísta con la traducción del I Ching (el Libro de las Mutaciones), o la del psiquiatra suizo Carl G. Jung, quien marco hito al integrar la psicología con la espiritualidad.
Luego, con el éxodo de miles de monjes budistas tibetanos a raíz de la invasión china del Tíbet en 1951, se comenzó a extender el interés por la meditación. Esto, a su vez, llevó, en 1960, a una explosión alrededor del movimiento con la aparición de obras como Siddharta, de Herman Hesse, El camino del Zen, del filósofo Alan Watts, El aquí y ahora, de Ram Dass y Las religiones del mundo, de Huston Smith. Incluso, famosos de la talla de Los Beatles se vieron tocados por esta filosofía, quienes después de su viaje a la India, comenzaron a buscar experiencias bajo los conocimientos del budismo, el hinduismo, el Tantra y el Tao.
Así, en 1979, el biólogo molecular Jon Kabat-Zinn, quien era un seguidor asiduo del yoga y la meditación Zen, se propuso investigar los beneficios de estas disciplinas para el cuerpo y la mente humana. Entonces fue cuando se llevó a cabo el primer curso de Mindfulness como medicina para la mente y el cuerpo.
En dicho curso, llevado a cabo en la Universidad de Massachusetts, se aplicó la práctica del Mindfulness en pacientes que no habían encontrado alivio a sus dolencias con los tratamientos de la medicina convencional. Entonces, se encontró que los resultados fueron más que favorables para la cura de fobias, ansiedad, trastornos de la alimentación, conductas adictivas, trastorno límite de la personalidad, depresiones recurrentes, dolor crónico, psoriasis y muchas otras dolencias más.
Como era de esperarse, el éxito del taller, lo llevó a formar parte regular de los servicios ofrecidos en cientos de otros lugares y su fama comenzó a extenderse a través de documentales y libros, hasta llegar a implementarse en más de 200 centros médicos de EE.UU. Y Europa, y se volvió el estilo de vida de presidentes de empresas, jueces, miembros del clero, atletas olímpicos y miembros del Congreso de Estados Unidos, sin contar a los famosos del mundo del entretenimiento.
Y es que aunque muchos no lo crean, los hallazgos en relación a los beneficios del Mindfulness no son solo resultado de la práctica de una filosofía meramente espiritual, sino que están avalados en investigaciones que involucran la neurociencia, como la llevada a cabo por Tenzin Gyatso, el catorceavo Dalai Lama, el empresario Adam Engle y el neurocientífico Francisco Varela. Estos, famosos por sus estudios del cerebro y las emociones, la compasión y el altruismo, la neuroplasticidad y la naturaleza última de la conciencia y la realidad.
La cúspide del movimiento:
“Numerosas investigaciones han revelado que el ejercicio sostenido de la práctica contemplativa produce cambios en diversas estructuras cerebrales y altera los procesos cognitivos y afectivos.”
Así lo expresa la mismísima National Geographic, convirtiendo esta filosofía en una de las más extendidas y practicadas para la mejora de la salud física y espiritual.
El Mindfulness budista que está dominando al mundo
Por supuesto, dejando de lado toda la ciencia y la tradición que yacen detrás del Mindfulness, cuando escuchamos este término lo primero que solemos pensar es en la meditación, el budismo y el retiro espiritual.
Y es que lo que más se conoce sobre esta disciplina es su lado más espiritual, aquel que práctica las enseñanzas de la liberación budista.
Según esta, el «mindfulness» lleva a la experiencia interna de las tres marcas de la existencia que enseñó el Buda: la impermanencia, la insatisfacción y la inexistencia de un yo fijo y duradero («anatta»). Es decir, que aunque es una técnica muy utilizada para relajarnos y luchar contra el estrés, e incluso, tener más energía; en verdad es una forma espiritual de acceder a la sabiduría y que esta se instale en nuestra mente, liberando nuestro karma y sankharas.
El Mindfulness budista lo que busca es que el individuo consiga un estado meditativo y de reflexión en el cual entienda que todo lo que sucede es impermanente y desaparecerá, por lo cual no deberá crear aversión o deseo por estas, logrando una purificación total de su espíritu.
Esta purificación viene dada por la creencia en el budismo que sostiene que existen compuestos psicofísicos que constituyen una especie de veneno o toxina la cual es la causa de la prolongación de hábitos de sufrimiento y enfermedad y que se alimentan de nuestros pensamientos y deseos para coexistir. Por lo que, al practicar el Mindfulness y aprender a entrenar a nuestra mente para dejar pasar todo aquello que llega a nosotros sin crear ningún tipo de sentimiento de angustia o gratificación hacia el evento, no alimentamos estas toxinas y por lo tanto, terminan muriendo.
De esta forma se logra un esto de conexión con la verdadera realidad o el Dharma, y nuestra mente se convierte en un espacio vacío y luminoso que no aferra a ningún fenómeno y por lo tanto no sufre ni se estanca.
Es por esta promesa de ese gran Nirvana y ese desapego que nos impide sufrir ante lo que nos pasa que hace que el «mindfulness» se haya convertido en una importante herramienta.
Además, es una técnica que también se basa en el conocimiento de uno mismo, el descubrimiento de nuestra realidad interior y de separar lo que somos de las cosas que nos suceden.
Ya que se trata de observar nuestra mente, nos permite descubrir quienes somos, llevándonos a un estado de sabiduría excelsa más allá de lo mundano.
Beneficios del Mindfulness
Para finalizar, Inspirare, dojo online de formación en Mindfulness, nos comenta algunos de los beneficios de esta disciplina que le han merecido su fama:
- Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad
Está comprobado que la meditación y el Mindfulness reducen los niveles de cortisol, la cual es la hormona activada por las situaciones de estrés que nos causa esos episodios de ansiedad tan molestos; por lo que es una práctica muy recomendada para reducir los niveles de estrés y ansiedad.
- Acaba con el insomnio
El Mindfulness puede ayudarnos a dormir mejor por las noches, por el mismo efecto de reducción en los niveles de cortisol que nos permite mantenernos en calma durante el día.
- Protege el cerebro
Según un estudio de la Universidad de Harvard y el Hospital General de Massachusetts: “la meditación aumenta el tamaño de los Telómeros, unas estructuras que se localizan en los extremos de los cromosomas y que se relacionan directamente con el envejecimiento y el desarrollo de ciertas patologías asociadas a la vejez.”
- Ayuda a la concentración
Ya que por medio del Mindfulness podemos entrenar la conciencia y la atención plena, logramos alcanzar un estado de concentración idóneo.
- Desarrolla nuestra inteligencia emocional
El Mindfulness mejora nuestra autoconciencia y el autoconocimiento, permitiéndonos evolucionar interiormente. Además, que gracias a sus preceptos filosóficos, nos enseña a entender mejor las cosas que nos suceden y a no sufrir tanto.
- Mejora las relaciones interpersonales
El Mindfulness nos ayuda a responder de una manera apropiada al estrés que a veces nos generan nuestras relaciones personales y con una mejor habilidad de comunicar nuestras emociones.
- Favorece la creatividad
Como dijimos anteriormente, la meditación ayuda a calmar la mente, la cual, entonces, tendrá más espacio para dejar surgir ideas.
- Mejora la memoria
Solo con practicar el Mindfulness por dos semanas se lograr una mejora en la comprensión lectora, la capacidad de la memoria de trabajo y la concentración.
En fin, son innumerables las ventajas que obtenemos de la practica de esta diciplina, tanto a nivel físico, como a nivel espiritual y mental.