Internet se ha convertido, con el paso de los años, en el medio más directo, más eficaz y más seguro para todo tipo de acciones. Lo que empezó siendo un medio del cual desconfiaba mucha gente se ha terminado erigiendo como la principal vía para hacer una compra, realizar cualquier tipo de transacción bancaria o tener un acceso mucho mayor a cualquiera de los productos o servicios que pueden interesar a una persona. La red ya domina el mundo y no tiene ninguna intención de abandonar ese privilegiado lugar.
De un modo rápido y eficaz, Internet ha construido y ha sido el principal responsable de un sistema de compra online que ha emergido de un modo impresionante gracias a su continua mejora en materia de seguridad. Lo que hasta hace unos años era todo un peligro es ahora casi una obligación. Ahora comprar en Internet es innegociable. Es más rápido, más cómodo y también más eficaz para nosotros. Es algo prácticamente irrechazable.
Y, como consecuencia de ello, el volumen de gente que se fía de la seguridad online a la hora de comprar y pagar ha crecido de un modo exponencial de un tiempo a esta parte. Según los datos que manejaba el diario El Confidencial hace tres veranos, era un 70% de la población española la que solía comprar a través de la red. Unos datos que, como seguramente estéis sospechando, se habrán incrementado de un modo bastante considerable en estos tres años. Lo que antes parecía extraño es ahora una rutina. Ahora, el que no compra por Internet es el raro.
Y ya no es que se compren productos por Internet. También hay una enorme cantidad de gente que reserva toda clase de servicios a través de la red. Trámites burocráticos, cualquier tipo de movimiento bancario… e incluso la reserva de citas con el médico o con cualquier especialista. Uno de los sectores que mayor repunte de reservas ha tenido gracias a Internet en los últimos años ha sido el odontólogo. Según los profesionales de Caredent Albacete, este ha sido el principal medio a través del cual la mayoría de los clientes han reservado sus citas.
Y este también ha sido el medio a través del cual los usuarios han conseguido dar con el profesional adecuado. Si algo tiene la red es que permite tener una mayor cantidad de posibilidades que comparar. Internet abre la puerta de cualquier negocio a cualquier persona, y eso hace que evidentemente se impongan en el mercado las empresas que gozan de una mejor calidad-precio, incentivando de este modo a todas las entidades a competir de un modo mucho menos tirano y más alejado de modelos de competencia monopolística u oligopolística.
Pero mucho cuidado a qué se compra por Internet
Está claro que en Internet todo el mundo tiene cabida. Hay, por un lado y como ya hemos comentado, una gran cantidad de entidades que son de confianza y que proporcionan buenos servicios y productos. No obstante, también hay determinadas páginas web en las que conviene no introducir nada que tenga que ver con nuestra identidad o con nuestra cuenta bancaria. Tramposos y maleantes los hay en todos lados y el principal defecto de Internet es que en él también entran. Qué le vamos a hacer.
En lo relativo a la odontología, han sido muchos los dentistas profesionales que han alertado acerca de la compra de tratamientos dentales por Internet, tal y como informó la agencia de noticias Europa Press el pasado mes de abril. La salud dental es demasiado importante como para jugársela de esa manera. La mejor alternativa siempre será la misma: acudir previamente a un dentista para que nos aconseje. Si es por Internet bien, y si no también. Pero la compra de tratamientos a través de la red es una cosa muy distinta y más peligrosa.
Tendemos a depender cada vez en mayor medida no solo de Internet, sino también del resto de nuevas tecnologías que poco a poco van apareciendo para hacernos la vida un poco más sencilla cada día. ¿Es esto una buena noticia? Desde luego que sí, pero solamente si se utiliza de un modo inteligente y en su justa medida. Quien se encuentre en ese punto tendrá garantizada una vida más cómoda y una salud dental más asegurada.