La bandera española, un símbolo con mucha historia

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Toda historia tiene un inicio y aunque podemos suponer que los distintos pueblos que habitaron la Península Ibérica en la antigüedad utilizaron algún tipo de enseña para identificarse, no tenemos constancia documental de este hecho. Mientras que, en cuanto al periodo de dominación romana, resulta evidente que las legiones trajeron a nuestro suelo las insignias (aquilae, signa, vexilla) que guiaron todas sus conquistas, y los visigodos debieron continuar usándolas, ya que San Isidoro las menciona al hablar de los ejércitos de su tiempo.

No obstante, los años fueron pasando y la historia se sucediéndose y fueron los árabes quienes introdujeron en la Península las banderas tal y como hoy las conocemos, es decir, como piezas de tela fijadas a una asta desde el que ondean perpendicularmente. A menudo, asociaron un determinado color con una determinada dinastía, como el blanco de los Omeyas y Almohades, o el verde de los Fatimidas. Tras ello y durante la Reconquista, los cristianos fueron abandonando las insignias heredadas de romanos y visigodos y adoptando paulatinamente banderas al estilo de sus enemigos musulmanes, con la diferencia de que sobre los paños colocaron las mismas figuras y colores que en sus escudos. Así, en las banderas de los monarcas de los distintos reinos peninsulares comenzaron a aparecer desde mediados del siglo XII unos colores y emblemas que se repetirán a lo largo de los siglos siguientes: los castillos y leones de Castilla y León, las barras de Aragón, las cadenas navarras… En el siglo XIII, la diversidad de las banderas que se usaban era tan grande que Alfonso X el Sabio se vio obligado a reglamentar su forma, denominación y uso en Las Siete Partidas.

Alfonso XI, rey de Castilla y de León (1311-1350), instituyó la Orden de Caballería de la Banda, iniciando el uso de un guion o pendón con la divisa de esta orden como enseña personal. Sus sucesores, hasta Carlos V, continuaron esta costumbre, con lo que esta enseña se convirtió en privativa de los monarcas, indicando claramente la separación de divisas entre el monarca (la banda) y el reino (castillos y leones). El General Franco resucitaría esta enseña como estandarte personal tras la Guerra Civil.

Por su parte, los Reyes Católicos usaron el guion de la Banda de Castilla, adornado con yugos y flechas, las iniciales de sus nombres y la célebre leyenda de tanto monta, monta tanto. Pero las banderas seguían sin tener carácter nacional, y los ejércitos españoles combatieron bajo estandartes con los colores heráldicos de sus capitanes respectivos. Sin embargo, la boda de Juana La Loca con Felipe el Hermoso supuso la introducción en España de un emblema que perduraría hasta nuestros días: la cruz de Borgoña, originaria de este ducado francés, con su característico diseño que representa dos troncos de árbol cruzados en X y mostrando los nudos o arranques de las ramas cortadas. Su representación más frecuente era en color rojo, generalmente sobre fondo blanco o amarillo.

Además, el espíritu reformista que animaba a la dinastía borbónica a partir de 1700 se tradujo en el terreno de las banderas en una completa reorganización y regulación, imponiéndose como norma general el color blanco, considerado como el propio de la Casa de Borbón, sobre el que unas veces figurará la Cruz de Borgoña, otras el escudo real y también ambos emblemas combinados, a menudo acompañados de otros (castillos, leones, escudos de ciudades, etc.). Y ya a finales del siglo XVIII, distintas ramas de la Casa de Borbón reinaban en Francia, España, Nápoles, Toscana, Parma y Sicilia, de modo que las banderas de estos reinos, teniendo en común el color blanco, sólo se distinguían unas de otras por el escudo. Ello producía confusiones en la mar, a veces graves, de modo que en el año 1785 el rey Carlos III tomó la decisión de adoptar una bandera para los buques españoles que fuera fácilmente distinguible en la distancia. Su ministro de Marina, Antonio Valdés, le presentó una docena de diseños, y el rey eligió la forma y colores de la que hoy conocemos como bandera de España. Si bien, esta no fue la última bandera, ya que la que tenemos actualmente es posterior. Aún así, para los que nos gusta este mundo de las banderas y encontramos en él un divertimento, lo cierto es que Fábrica banderas nos puede ayudar a recrear algunas de las más antiguas para tenerlas como recuerdo en nuestra casa y es que solo así, aunque en forma de réplica, podremos guardar un poquito de historia en nuestro hogar.

¿Dónde se recoge como es la bandera española actual?

La bandera que tenemos actualmente vigente viene recogida en la Constitución Española de 1978, donde se estableció, en su Artículo 4º. 1: «La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas». Además, por su parte y mediante la aprobación del 5 de octubre de 1981, del nuevo modelo de escudo, es por lo que se dio por culminado el proceso que ha dado forma a la enseña que actualmente representa a la nación española.

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