Los medios de comunicación han venido informando, con el paso de los años, de todos los robos y hurtos que se han ido sucediendo en las diferentes empresas y hogares españoles. Es una de las cuestiones que más preocupa a los españoles y que, en algunos casos, les hace tener verdadero miedo. Y no es para menos, puesto que vivimos en un momento en el que, además, se han intensificado de un modo bastante importante los hurtos y robos que se han producido en nuestro país.
Aunque bien es cierto que los robos más sonados son aquellos que terminan con violencia o incluso con algún crimen, no es menos cierto que no hace falta que haya violencia para que un robo pueda llegar a ser terrorífico. Desde luego, hay que tener en cuenta que muchos robos han sido los responsables de que muchas empresas y comercios, en especial los que son de pequeña amplitud, hayan tenido que cerrar sus puertas. Y no hay situación que sea más injusta que esta. No hay derecho a que este tipo de sucesos sigan ocurriendo.
El miedo que tienen los españoles a este tipo de sucesos está más que justificado. Un artículo publicado en La Vanguardia en el año 2015 informaba de que nuestro país ocupa el tercer lugar en Europa en lo que tiene que ver con el número de hurtos en tienda, algo que origina un montón de millones de euros de pérdida y que es necesario combatir de alguna manera. Es evidente que la instalación de alarmas es una de las maneras más comunes para esto, pero de nada sirven si no son fiables al 100%.
Un artículo que vio la luz en el portal web El Economista informaba de que cada año el sector de la distribución pierde, por hurtos, un total de 1.600 millones de euros. Estamos hablando de una cifra que es realmente importante y que tiene una influencia tremenda dentro del conglomerado de empresas de dicho sector. La cifra sirve, al mismo tiempo, para demostrar que la cuestión relativa a los robos y pequeños hurtos en los comercios españoles no deben ser una cuestión baladí ni para las propias empresas ni para las autoridades públicas.
La búsqueda de empresas que se encarguen de la instalación de sistemas antirrobo en hogares y comercios es una de las que más ha crecido en Internet en los últimos años según un estudio que ha sido realizado recientemente por Grupo Cayp, una entidad dedicada precisamente a este tipo de labores. Y es que, según hemos podido saber de boca de los trabajadores y trabajadoras de esta compañía, no ha existido una preocupación más grande por la seguridad de una casa o de un negocio que la que hay ahora.
La disuasión, fundamental
En muchas ocasiones ha sido demostrado que la disuasión es uno de los factores que más y mejor funcionan en las situaciones en las que un robo está siendo planeado. Saber que se está siendo grabado o que hay una alarma que nos puede sorprender en cualquier momento es una de las cuestiones que más en cuenta tienen los ladrones a la hora de actuar. Aunque bien es cierto que eso, en ocasiones, no les echa para atrás, no cabe la menor duda de que la seguridad de un recinto con una cámara o una alarma está bastante más garantizada.
Este es el principal motivo por el cual está aumentando la búsqueda en Internet de empresas que se encarguen de la instalación de este tipo de sistemas. Es algo que podemos entender cómo lógico. Y más en un entorno en el que los robos constituyen una parte tan cotidiana de nuestra rutina. Y cuidado: los robos en verano aumentan. Ya estamos en abril y es necesario que vayamos teniendo cuidado y este tipo de información en cuenta. Es la mejor manera de prevenir cualquier tipo de problema que podamos tener tanto en casa como en nuestro negocio.
Que el sector público debería colaborar en una mayor medida aumentando las penas para el tipo de personas que cometen estos hurtos o robos es algo que sería lógico y que contribuiría de una manera importante a que se redujera el número de casos de este tipo a los que tenemos que hacer frente. Pero este es otro debate que necesitamos implementar en otro frente. De momento, procuremos mantenernos protegidos. Esa es la mejor garantía para tratar de que nada malo nos pueda sorprender ni ahora ni nunca.