Las películas se han acostumbrado a hacernos ver cómo va a ser el futuro dentro de unos años, al fin y al cabo deben de buscar ideas para seguir haciendo girar la rueda del dinero. El cine nos ha dejado escenas inigualables en la retina de todos, como el mundo de Blade Runner de Ridley Scott, o el robot cabezón de HAL de Odisea en el espacio de Kubrick.
Pero sin duda, una de las películas de la era moderna que marcó tendencia, y que demostró acertar en algunas de sus predicciones fue Minority Report. Esta película protagonizada por Tom Cruise, mostraba un futuro en el que las pantallas se podían controlar con la mano, desplazando la información de una manera rápida y novedosa, pues la idea no se encontraba disponible con la tecnología muy actual.
Ahora es algo normal, nos encontramos con pantallas todos los días porque las llevamos en la mano, y estamos acostumbrados a un ritmo de vida en el que estamos en contacto con ordenadores, máquinas robóticas o incluso impresoras 3D. Pero no debemos de olvidar que todo esto supone una pérdida en el control de algunas situaciones, como puede ser la falta de seguridad en los datos.
Hace unos años salió a la luz un ataque a los servidores de Apple que trajeron como consecuencia el robo de imágenes comprometidas de famosos. Esto dio la vuelta al mundo por el morbo, pero para los especialistas marcó una época a la hora de mejorar los esfuerzos para asegurar la seguridad en la red.
En el artículo de hoy vamos a hablar sobre una de las formas de controlar el acceso a los edificios, que es mediante los accesos biométricos. Actualmente hay muchísimas empresas especializadas en estos accesos, podéis echar un ojo en Gestigym, dedicada a la venta, instalación y configuración de control de acceso para gimnasios con gran experiencia en su sector y un equipo profesional altamente cualificado; experto en la instalación y configuración de controles de acceso, cerraduras electrónicas, sistemas de identificación…
Qué debes saber sobre los controles de acceso biométricos
Los sistemas de control de accesos mediante biometría no son nuevos en el mercado, llevan mucho tiempo entre nosotros, y a pesar de que se pueda pensar que se puedan piratear o controlar de manera remota, existen muchísimos controles de calidad para controlar que éstos funcionan a la perfección.
Pero como toda tecnología tiene algunos puntos positivos y negativos negativos, que, si bien no dificultan su uso o la calidad de los controles, puede no ser recomendados en algunas situaciones. Vamos a ver tanto los puntos positivos como los negativos de este tipo de controles que vemos con frecuencia y que además forman parte de nuestra vida.
La mayor ventaja es que ofrecen mayor nivel de seguridad a las instalaciones. El control de accesos biométrico se considera el sistema más seguro, ya que se basa en cualidades únicas del usuario. La huella dactilar es una característica intransferible e irrepetible en cada persona. Muchos edificios públicos utilizan este sistema
También se reduce los costes de mantenimiento, ya que una vez realizada la instalación del sistema, el control de accesos biométrico por huella dactilar tiene menos costes de mantenimiento, comparado con otros sistemas de identificación. Además su uso facilita el acceso y lo hace más rápido gracias a que no hay que buscar tarjetas de identificación.
El lector de huella dactilar no requiere otros dispositivos adicionales para abrir la puerta. Con un sistema de control de accesos biométrico, como la huella dactilar, el usuario no necesita usar llaves tradicionales, tarjetas, conmutadores o interruptores. Al estar basado en el reconocimiento de la característica única de la persona, prescinde de elementos de identificación físicos, por lo que no hay riesgo de extraviar las llaves.
Pero no es recomendable el control de accesos por identificación biométrica en instalaciones donde los usuarios cambien frecuentemente. Este el caso de oficinas en los que accede personal nuevo periódicamente o visitas comerciales y es poco recomendable debido a que hay que gastar tiempo en registrar los datos y puede ser incómodo para las visitas.
La inversión inicial en el sistema de control de accesos biométrico es superior a la de otros sistemas. Se trata de sistemas y dispositivos mucho más seguros y avanzados tecnológicamente. A pesar de que el coste del mantenimiento es inferior, la instalación supone un coste que se puede amortizar en el tiempo.
Por último, se calcula que el uno por ciento de la población no puede usar un lector de huella. Aunque no es habitual, existen personas que no pueden ser identificadas con este sistema. Este es un problema puntual y que tiene fácil solución porque una persona puede ser identificada mediante otro sistema para poder acceder a las instalaciones.