Nos encontramos en un mundo en el que Internet ha cambiado absolutamente todo. Lo había hecho, no nos confundamos, antes de la llegada de la pandemia. El comercio electrónico ya conformaba un buen porcentaje del comercio total de nuestro país y el teletrabajo, aunque no con la fuerza de la que goza hoy, también existía. La verdad es que la red copaba ya una gran porción de nuestras vidas que se ha visto aumentada en los últimos meses a causa de la situación tan excepcional que venimos viviendo tanto aquí como en otras zonas del mundo.
Una buena prueba de lo que decimos es que hay productos que la mayoría de la gente ya solo compra a través de una pantalla. Es el caso, por ejemplo, de la venta de disfraces, que ha ganado una importancia en lo que a ecommerce se refiere muy grande. La mayoría de la gente que se disfraza tiene claro que adquirir su traje mediante Internet les permite ahorrar tiempo y también dinero. Y esa es una de las grandes razones por las cuales son muchas las personas que apuestan por ello. Y más que van a ser más pronto que tarde.
Dos son las celebraciones típicas en las que el disfraz es el elemento central: Halloween y Carnaval. En lo que tiene que ver con la primera de ellas, hay algunos datos que nos reflejan su importancia tanto en Europa (donde el 49% de los británicos gasta dinero por Halloween cada año), como en Estados Unidos (175 millones de personas festejan esta fiesta) y Asia (donde más de 20 millones de japoneses celebra la fiesta y más del 90% de filipinos hace lo mismo). Como veis, se trata de una festividad internacional y que se adapta a cualquier tipo de cultura.
La página web de Edreams, por otro lado, se centraba en lo que tiene que ver con el Carnaval, haciendo una especie de clasificación entre los que considera la propia página como los 11 mejores del mundo. Entre ellos, hay 5 españoles: Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Ciudad Rodrigo (Salamanca), Sitges y Badajoz. Y es que nuestro país es una verdadera referencia en lo que tiene que ver con una festividad como de la que venimos hablando. No es para menos. Si a algo no nos puede ganar el resto de países, es en alegría.
No cabe la menor duda de que, en los tiempos que vivimos, está realmente extendida una tendencia como lo es el comercio electrónico, especialmente en lo que tiene que ver con algunos productos. Entre los que más se demandan a través de una pantalla, ha ganado mucho terreno todo lo que tiene que ver con disfraces. Eso es lo que nos han comentado los profesionales de La Casa de los Disfraces, que nos han hecho saber que, incluso en época de pandemia, ha crecido el porcentaje de disfraces vendidos por Internet en comparación con el total de disfraces comercializados.
No solo para los más pequeños
Suele pensarse que Carnaval, Halloween y las demás celebraciones que tienen que ver con disfraces suelen estar dirigidas a los niños y niñas más pequeños, pero la realidad es que este tipo de eventos es idóneo para cualquier tipo de persona, ya sea joven o adulto. De hecho, son muchas las personas de diferentes edades y condiciones que disfrutan de todo lo que tiene que ver con los disfraces tanto en España como en el resto de Europa y del mundo. Y es que no es para menos. Desde luego, es idóneo disfrutar de momentos así aunque solo sea, como pasa ahora, a través de una videollamada.
Nadie duda de que volveremos a celebrar Halloween y Carnaval de una manera completamente normal, sin que haya ninguna restricción de por medio. De hecho, creemos que para el próximo 31 de octubre la situación ya va a ser bastante parecida a la habitual. Queda algo menos de medio año y, en ese tiempo, la vacunación tiene que seguir su curso e ir aumentando su presencia en nuestros pueblos y ciudades, en nuestras calles y plazas, para hacer de la vida algo mucho mejor de lo que es a día de hoy.
Ya hemos aguantado bastante y hay que irse preparando para volver a disfrutar. Es lo que todos y cada uno de nosotros nos merecemos después de un periodo muy complicado de nuestra vida y que, desde luego, nos ha puesto a prueba. Disfrutar es un derecho que tenemos todos y cada uno de nosotros y eso va de la mano de un disfraz en una cantidad tremenda de ocasiones. Ya falta poco para que volvamos a tener la oportunidad de volver a sentir los verdaderos placeres de la vida sin restricciones y sin que tengamos que tener miedo.