Qué especialidad tiene más demanda en la medicina privada

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De unos años a esta parte, la medicina privada se ha abierto un hueco bastante importante en nuestro país. No es que antes no lo tuviera, pero la realidad es que la seguridad social tenía una muchísimo mejor aceptación que ahora, o por lo menos, la medicina privada tenía menos afiliados que ahora, bien por economía o bien por su confianza en la sanidad pública.

Hoy por hoy, y más aún en tiempos de pandemia, conseguir una cita con el médicos de familia puede significar tener que esperar hasta dos semanas y, además, tener esa cita telefónica como muchos de ustedes ya saben y han podido comprobar en primera persona, de ahí que cada vez resulte más apetecible eso de recurrir al médico privado.

Personalmente no creo que una sanidad sea mejor que la otra, aunque sí creo que la pública tiene mejor tecnología de forma generalizada. Eso no quiere decir que piense que la privada no tiene los mejores avances, pero sí que no todas las clínicas privadas dispones de dichos avances y en los hospitales públicos, por lo general, debe haber de todo o de lo contrario deberían derivarnos a un hospital donde sí se tenga lo que necesitamos.

Lo mismo pienso de las urgencias, si de verdad tienes una urgencia grave soy de las que piensa que en la sanidad pública encontrarás la mejor atención, aunque no opino lo mismo de las urgencias menos graves ni de, por supuesto, el acceso a un médico especialista, donde la sanidad pública cojea, y mucho.

Al final, el resultado que tenemos actualmente es que el número de usuarios en la sanidad privada ha aumentado gradualmente cada año, desde hace varios, y que este 2020 aumentó drásticamente con motivo de la pandemia de Covdi19 en nuestro país.

Sin embargo, y a pesar de ello, siguen habiendo especialidades donde la sanidad privada es la estrella mientras que en el resto, la sanidad pública es quien sigue liderando el mercado (si es que podemos llamarlo mercado.

Odontología

Es lógico pensar que en el campo de la odontología sea la medicina privada la que se lleve la palma, más que nada porque en la sanidad pública apenas cubre tratamientos. Según el Consejo General de Dentistas de España, la realidad es que si la sanidad pública empezase a cubrir patologías dentarias y otras enfermedades otro gallo cantaría, pero por el momento solo cubre extracciones y tratamientos en niños. “Estoy seguro de que muchas clínicas odontológicas del país se adherirían a un plan financiado por la sanidad pública si se hiciese efectivo”, aseguran los profesionales de Clínica Dental Plaza Prosperidad.

Hoy por hoy, y a falta de un cambio en la ley y una gran ampliación de recursos económicos para Sanidad, la odontología es una de las especialidades más demandadas en el sector privado.

Ginecología

A pesar de que la ginecología de la sanidad pública tiene más cobertura que la odontológica, la realidad es que tiene muchísimas carencias. Por ejemplo, hasta los 45 años no realizan mamografías a las mujeres para la detección precoz de cáncer o tumores de mama y las citologías se empiezan a hacer cada vez a edades más tardías. Entre eso y que las mujeres suelen preferir acudir a una ginecóloga que a un ginecólogo y la sanidad pública no te da la posibilidad de elegir, son muchas las que recurren a la ginecología privada para sus revisiones anuales y otras consultas.

Dermatología

El retraso en las listas de espera de la sanidad pública para conseguir que un especialista en dermatología nos vea son realmente largas. Además, es una de las especialidades que más retraso lleva también en cuanto a la realización de pruebas, de ahí que incluso haya clínicas privadas dermatológicas repartidas por todo el país. Si a estas largas esperas le sumamos la gran cantidad de dermatólogos que necesita la sanidad privada para cubrir la demanda de tratamientos estéticos que hay en la actualidad tenemos el cóctel perfecto para ser una de las especialidades con más pacientes en la sanidad privada.

Alergología

Algo similar ocurre en la alergología. Hay colas de espera realmente largas y además, en muchas ocasiones, el paciente necesita de estudios más pormenorizados y minuciosos para obtener un buen diagnóstico que los que realizan en la sanidad pública. Tal vez, esta especialidad se coloque en cuarto lugar y no mucho antes porque las vacunas para alergias son realmente costosas y pagarlas completas supone un esfuerzo económico importante para la gran mayoría de españoles, de ahí que muchas veces adelanten las pruebas por el privado pero recurran al alergólogo público para conseguir la receta de dichas vacunas.

Infertilidad

Y llegamos a la quinta especialidad más demandada en el sector privado, el de la infertilidad. A pesar de que en la sanidad pública contamos con grandes expertos y de que, lógicamente, la gratuidad del servicio promueve que miles de parejas acudan cada año en busca de ayuda para convertirse en padres, las listas de espera son interminables. Hablamos de, como mínimo, un año de espera y a veces de mucho más. Además, entre tratamiento de fertilidad y tratamiento, en caso de que falle el primer, pueden llegar a pasar varios meses, y esto desespera mucho a cualquier familia.

Por último, hay que dejar claro que la sanidad pública solo cubre los tratamientos de una pareja para ser padres y madres por primera vez. Una vez que la pareja en cuestión ya tiene un hijo por este método, la sanidad pública no cubre un segundo, por lo que aunque muchas parejas acudan a la sanidad pública, si quieren tener más de un bebé, tendrán que acabar acudiendo también a la sanidad privada obligatoriamente.

¿Vamos hacia la privatización del sector?

Otros países como Bélgica cuentan con una especie de mezcla entre lo público y lo privado en lo que a sanidad se refiere que parece estar funcionando bastante bien. Los trabajadores pagan, por obligatoriedad, un porcentaje de su sueldo (que no suele ser superior a unos 15 euros mensuales) a un seguro privado. El Estado, paga el resto de lo que costaría dicho seguro mediante subvenciones a las clínicas privadas y son estas las que tratan a los ciudadanos del país, en ocasiones con copagos y en ocasiones sin ellos.

Otros países, como España, disponen de una sanidad pública más o menos completa, y cubren casi todos los tratamientos necesarios que podría necesitar un español para curar sus patologías o aliviar sus problemas de salud, salvo contadas excepciones por tratarse de tratamientos experimentales o demasiado caros para nuestro sistema.

Y por último encontramos el sistema de países como Estados Unidos, donde toda la sanidad es privada y solo se ofrece una especie de sanidad básica para familias con pocos recursos en casos muy concretos.

Sabemos que en Estados Unidos Obama intentó empezar a crear un sistema de sanidad pública que se vio guardado en un cajón con la llegada de Trump al poder. Ahora, con Biden a la cabeza, es posible que se vuelva a reanudar el proyecto, aunque queda mucho camino por andar. ¿Es posible que del mismo modo en el que Estados Unidos camina hacia una sanidad más o menos pública, nosotros lo hagamos rumbo a una sanidad más privada? Desgraciadamente todo depende del partido que gobierne y de los intereses que tenga pero ahora mismo no parece que se vaya a privatizar nada a corto o medio plazo, aunque siguen aumentando los afiliados a seguros privados de salud.

Tal vez, lleguemos a un punto en el que una gran parte de la población cuente con asistencia pública al tiempo que se paga una asistencia privada, aunque esto solo podrán hacerlo las familias de clase económica media-alta y alta, y eso va a crear una diferencias notables que, aunque ya son patentes porque esto ya viene ocurriendo desde hace muchos años, serán más obvias.

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