Según las encuestas, a la mayor parte de las españolas y españoles tienen miedo al dentista. Son muchas las personas que han confesado sentir auténtico pavor hacia este profesional de la medicina y por eso, tratan de dilatar la visita el máximo tiempo posible. Un gran error y que a la larga, puede traer consecuencias desastrosas y complicaciones mucho mayores que las que originaron el problema. Solo en el momento en que el dolor es insoportable, es cuando algun@s se deciden a acudir a la consulta del odontólogo, con diferencia, el profesional sanitario más temido de todos. Y es que a quien no le preocupan las posibles molestias, le preocupa la factura, que por lo general suele ser abultada. El caso es que entre unas cosas y otras, al final, la población no acude al dentista tanto como debería, que según los expertos y expertas, debería ser, al menos, 1 vez cada 6 meses.
La factura, el principal motivo del miedo al dentista
Los problemas buco dentales son, a día de hoy, un serio problema de salud pública, advierten los profesionales de la salud, y estos se agravan por el hecho de no visitar al dentista de forma regular. Por eso,desde los colegios de odontología, hacen una llamada a las instituciones y gobiernos, a fin de que pongan en marcha medidas dirigidas al fomento de la salud de los dientes y encías, a un cambio de hábitos, que incluyan una dieta sana y ejercicio físico y por supuesto, que se promuevan iniciativas para que las personas más desfavorecidas no se queden atrás en el cuidado de su boca. Según los datos, serían las clases más pobres y el rural, los sectores poblacionales con mayores problemas de acceso a la sanidad, ya sea por ubicación o por falta de recursos.
Para ayudar a todas esas personas con dificultades económicas, a todas aquellas a las que les cuesta llegar a fin de mes, a las familias numerosas o sin recursos, la Clínica Carrilet 100, ofrece el mejor precio y financiación adaptada a las necesidades de todos y cada uno de sus pacientes. La primera consulta, es gratis, y tras ella, su equipo de profesionales determinará cuál es el mejor tratamiento en cada caso. A día de hoy, esta clínica, está considerada como una de las mejores clínicas dentales de Barcelona, debido principalmente a su equipo de dentistas y especialistas, y a su variada oferta de servicios dentales.
Y es que elegir un buen profesional es fundamental en cuestiones de salud. Se han dado casos de mala práxis, sobre todo en estas clínicas nuevas de franquicia, que según los datos oficiales, en los últimos años, acumulan un elevado número de denuncias. El sector está que trina debido a la intrusión de “profesionales” que al final no lo son tanto, y está a la espera de que se tomen medidas serias para controlar la apertura de nuevas clínicas y para poner fin a la publicidad engañosa, una práctica cada vez más común en las clínicas de franquicia y low cost.
Si quieres saber cómo elegir un buen dentista, sigue leyendo este post, porque te vamos a dar algunos consejos.
Cómo elegir un buen, o una buena, dentista
1. El/la dentista
Es fundamental que se trate de una persona licenciada en odontología o en medicina (estomatólogo) formada y cualificada es su campo con título máster o postgrado. Así mismo, deben pertenecer a un Colegio de odontólogos y estomatólogos que certifica que pueden ejercer la profesión. Si así lo deseas puedes solicitar su número de colegiado.
2. Los/las higienistas y auxiliares
Han de poseer el título para desempeñar su profesión, ya que trabajan como ayudantes y con funciones técnico- asistenciales. Los auxiliares, son profesionales sanitarios que actúan como ayudantes del dentista. Estos dos, son los únicos que pueden trabajar directamente en la boca del paciente.
3. Equipo multidisciplinar de dentistas
Los tratamientos de odontología son cada cada vez más especializados y exigen profesionales formados en cada uno de ellos,como higienistas dentales, odontopediatras, endodoncistas, implantólogos, ortodoncistas, etc.
4. Confianza
El trato con el paciente es fundamental en estos casos, sobre todo teniendo en cuenta que muchas personas acuden a la consulta con mucho miedo, y por lo tanto, necesitan sentirse seguros. Si el o la profesional, no es amable, el paciente lo pasará mal y el profesional no podrá desarrollar su trabajo de forma eficaz.