Las decoraciones navideñas empiezan a atestar todos los escaparates, las primeras luces de colores invaden las calles después de meses, ¡los villancicos resuenan con esa fuerza tan pegadiza que te invita a cantar! Las familias vuelven a reunirse, algunas después de mucho tiempo sin verse, ¡y comparten momentos íntimos y preciosos dignos de enmarcar y rememorar para siempre!
Y es que son todas estas cosas las que se nos vienen a la cabeza de inmediato cuando pensamos en esta época tan familiar y feliz, ¿verdad?
Sin embargo, no solo podemos hablar de decoraciones, villancicos y aparatosos bailes navideños cuando llega esta época tan bonita y colorida. La familia se reúne, y una de las cosas que se hace por “ley” universal es cenar todos juntos.
Navidad… y malestar estomacal
¿Cuántas veces has ido a esas fiestas familiares tan esperadas con el deseo y la obcecación en mente de “no pasarte comiendo” porque te daña el estómago? ¿Y cuántas las has cumplido? ¡Porque yo no soy capaz ninguna de las veces!
Pero, ¿es por no subir de peso? ¿Por sentirte bien? Hay muchas personas que, por desgracia, sufren de ciertas dolencias estomacales que no les permiten disfrutar en condiciones de estas épocas tan marcadas, ¡y eso no debe ser nada gratificante! ¿Te imaginas estar en una mesa rodeado de verdaderos manjares y no poder comer casi de nada porque eres celíaco o alérgico a la lactosa? ¡Qué faena!
- Según varios estudios estadísticos, entre el 1% y el 2% de la población de nuestro país es celiaco. En cifras no parece demasiado, ¿verdad? Pues al loro, porque esto significa que puede haber entre 450.000 y 900.000 celiacos solo en España.
- Por otra parte, se estima que un 2% de la población mundial es alérgico a la lactosa. ¡Qué barbaridad!
¿Te imaginas no poder comer nada que contenga gluten o lactosa? Eso sin contar, por supuesto, lo desorbitados que son los precios de los productos especializados, como aquellos específicos para celiacos.
No es lo mismo que un intolerante al gluten ingiera algo de esta proteína (lo que le produciría diarrea, hinchazón, dolor abdominal, náuseas, vómitos… entre otros) a que lo haga un celíaco (lo que derivaría en problemas tales como enfermedades intestinales e, incluso, tumores).
Bilbao, comprometida con este problema tan acuciante
Ya no hablamos solo de un filete, de una hamburguesa o de un San Jacobo, no.
¿Y es que qué hay más típico en estas fiestas que tomarse un buen turrón? ¿Y qué me dices de los polvorones? ¡O de los mazapanes! Ambrosía de los dioses que, hasta hacía realmente muy poco, las personas que padecían esta dolencia no podían ni ver de cerca sin caer en la tentación… Ahora, por suerte, gracias a tiendas especializadas como Adelia Iváñez, que contiene secciones concretas sin gluten, sin lactosa e, incluso, sin azúcar, ¡esto ya nunca más volverá a ser un problema!
Y es que cada vez es más factible que un celiaco o un alérgico a la lactosa pueda sentase a la mesa con sus hermanos y padres sin sentirse incómodo o sin tener que aguantarse sin llevarse nada a la boca.
¡Pero no es la única!
El mundo está cambiando
Esto no ocurre solo en Bilbao.
Antiguamente, encontrar alimentos especializados para personas con dolencias estomacales era un verdadero sinvivir. Ahora, gracias a la rápida expansión de esta afección, los restaurantes también se han visto afectados y tienen reglas específicas para elaborar sus platos para este tipo específico de personas (alimentos sin contaminación cruzada, aceite solo para ellos…).
Cada vez es más común pasear por cualquier calle de España y encontrarse con tiendas especializadas libres de gluten, aunque no es tan común encontrarse tiendas libres de lactosa o de azúcar. De hecho, está mucho más extendido lo primero, a pesar de que la lactosa es un problema real que afecta a miles de personas en el mundo.
Pero hay que tener cuidado
Las semillas de gluten ayudan al correcto funcionamiento del intestino relacionado con al consumo de la fibra integral. Esto sin contar que, como ya hemos dicho, estos alimentos específicos no son baratos y, eliminar por completo su absorción, puede derivar en intolerancia y, posteriormente, en una enfermedad celiaca.
Cada vez más personas están siguiendo una tendencia a la que llaman “Gluten Free”… y esto no es tan bueno como parece. Porque, aunque el gluten no es un nutriente esencial y no es dañino a no ser que seas celiaco, sí es necesario.
¿Las personas con esta enfermedad deben consumir gluten? No. ¿Una persona sin esta enfermedad debe eliminarla de su dieta? No es necesario ni recomendable.
Que tiendas de comestibles pongan al alcance del consumidor riquísimos productos sin gluten es un verdadero alivio para los celiacos, pero, si tú no lo eres, será más rentable para tu bolsillo y saludable para ti que te decantes por alimentos que sí lo tengan.