La salud bucodental es mucho más importante de lo que siempre hemos creído y, por regla general, nos damos cuenta tarde de esto porque solemos empezar a valorarla cuando ya estamos padeciendo sus consecuencias y viviendo en primera persona cómo afectan a nuestra rutina diaria. La verdad es que hablamos de una rama muy importante de la salud y sin la que nuestro bienestar sería puesto en jaque. Lo habréis podido vivir en primera persona en algún momento de la vida: si hay algún dolor en vuestra boca que os afecte especialmente, vuestro día a día se ve comprometido de una manera bastante grande. Y no es esa la mejor manera de disfrutar de la vida.
En una noticia publicada en la web del periódico Heraldo se destacan 10 cosas que se hacen mal y que afectan a nuestra salud dental. Entre ellas, encontramos las siguientes:
- Cuidar de lo que bebemos. Si nos pasamos con según qué tipo de bebidas (café o refrescos), podemos dañar el esmalte.
- Fumar también es muy negativo para la dentadura porque mancha los dientes.
- El azúcar que usemos en nuestra vida debe ser consumido con moderación.
- Hay que aumentar el consumo de proteínas, calcio, flúor o determinados tipos de vitaminas como la A, la C, la D y la K.
- El almidón de las patatas fritas las convierte en un alimento no demasiado recomendable para nadie.
- Una mala higiene, en tanto en cuanto no nos cepillemos los dientes tres veces al día, también nos deparará problemas, no lo dudéis en absoluto.
- Apretar los dientes más de la cuenta es negativo porque puede implicar que tengamos bruxismo.
- Morderse las uñas provoca microtraumatismos en los dientes. Esto es algo que ni siquiera nosotros conocíamos antes de ponernos a escribir este artículo, así que a partir de ahora también nos subimos al carro de evitar esto.
- No decorar los dientes con piercings o perforaciones es realmente peligroso. Y hablamos del mismo modo en encías y dientes.
- Evitar el odontólogo es un enorme error. Hay que visitarle siempre, incluso aunque no tengamos ninguna dolencia. De ese modo, podemos prevenirla.
Las consecuencias de tener una mala salud dental son muchas y muy diversas. Lo primero en lo que solemos pensar suele ser el dolor, que puede molestar a la hora de comer, de beber, de respirar e incluso de hablar. Sin embargo, hay muchas más consecuencias y una de ellas es la que vamos a mencionar a continuación, que es la dificultad para conciliar el sueño. Tener una mala salud dental es algo que va a impedir que podamos dormir con la normalidad que deberíamos. Y ya sabemos que, detrás de eso, nos podemos encontrar con que nuestro descanso no sea el suficiente y que todas las tareas que desarrollemos a lo largo del día no sean lo fructíferas que nos gustaría.
De acuerdo con lo que apunta una noticia que se publicó en la página web de Radio Televisión Española, la España que no duerme ya asciende al 48% de la población y no solo es algo que ocurra por culpa del calor. Lo peor de todo es que, en el interior de nuestras fronteras, se ha normalizado el no dormir lo suficiente. Y es que no cabe la menor duda de que estamos hablando de un problema que afecta de una manera brutal a nuestra vida y que va a afectar a absolutamente todos los proyectos que tengamos entre manos. Sin descanso, no hay calidad de vida que valga.
La relación entre la calidad del sueño y descanso con la salud bucodental está más que comprobada por los expertos en ambas materias. Resulta necesario conocer más profundamente este tema y por eso hemos recurrido a los amigos de la clínica dental Sonrisa Monalisa, quienes nos han hablado de esa conexión en los términos que vais a leer a lo largo de los siguientes párrafos. La verdad es que no tienen desperdicio porque vamos a hablar de cosas que muchas veces no conocemos pero que sí tienen un impacto considerable en nuestras vidas. Mucho más considerable del que nos hubiera gustado reconocer.
- Lo primero de lo que nos tenemos que preocupar es del bruxismo. Si estamos acostumbrados a rechinar los dientes o a apretarlos muy fuerte, es mucho más fácil que tengamos problemas a la hora de conciliar ese sueño o de tener las horas seguidas de descanso que necesitamos. Eso, como no podía ser de otra manera, va a tener una influencia muy negativa en todo aquello que emprendamos durante el día.
- Por otro lado, tenemos que hablar de la apnea del sueño, que puede ser la causante de ronquidos y las pausas en la respiración durante el sueño. Por si fuera poco, la obstrucción de las vías respiratorias también es otra de las grandes desventajas que podemos tener y que hay que vigilar en la medida de lo posible.
- Y luego, como no podía ser de otro modo, el dolor y las molestias bucodentales pueden contribuir a que se dificulte la relajación y que nos despertemos en cualquier momento de la noche, haciendo posible que podamos encadenar varias horas seguidas de sueño, que sería lo mejor para todos y cada uno de nosotros.
Si, además, comenzamos con estos problemas desde que somos pequeños…
… pues la situación se convierte todavía en algo más insostenible. Se suele decir que el momento de la vida en el que mejor descansamos es cuando somos niños porque desgastamos más nuestra energía y porque tenemos menos preocupaciones, lo que se traduce en más horas de sueño y mejor calidad del descanso. Sin embargo, no podemos tirar eso por culpa de una mala salud dental. Y, por desgracia, es justo esto lo que pasa en infinidad de situaciones. Tenemos que inculcarles a los peques la disciplina en ciertos ámbitos de la vida y el de cepillarse los dientes 3 veces al día, después de las comidas, es algo que debe formar parte de eso.
Este tipo de cosas suceden más de lo que nos gustaría, la verdad. Y tienen una solución tan simple como lo es acostumbrarse a que después de cada comida pasemos por el cuarto de baño para que nada ni nadie pueda separarnos de nuestra buena higiene y salud dental. Un cepillo de dientes es nuestro mejor aliado en este sentido y permitidnos decir que tampoco nos podemos olvidar de acudir al dentista al menos una vez al año, porque de eso puede depender que nos anticipemos a la llegada de un problema de índole bucodental a nuestra boca. Es siempre más cómodo anticiparse a ese problema y tener la capacidad de solucionarlo antes de que se produzca que hacerlo a posteriori.
Tengamos en cuenta otra cosa: si no adquirimos hábitos como los que estamos comentando cuando somos pequeños, luego va a ser más complicado que los asumamos cuando seamos mayores. Si cuando somos pequeños y tenemos el tiempo de hacer lo que queramos con nuestra vida no nos damos cuenta de esto, ¿vamos a hacerlo cuando tengamos que trabajar 40 horas a la semana y tengamos muchas más cosas en la cabeza y más obligaciones pendientes de ser cumplidas? La respuesta la sabemos todos y cada uno de nosotros y nosotras. Es no. Y precisamente por eso es tan importante que seamos capaces de concienciar a la gente joven de lo que se juega cuando hablamos de cuidar de la salud de su boca.
¿Existen argumentos para confiar en que vamos a mejorar los registros que tenemos ahora mismo en España en lo que respecta a la salud dental de los más jóvenes? Nunca hemos sido uno de los países que goce de una mejor salud bucodental, pero la verdad es que hay cosas que están cambiando en los últimos años porque se ha demostrado que la gente joven se está preocupando más que nunca por su salud en términos generales, pero concretamente se viene experimentando un crecimiento más que interesante en materia de conciencia en relación a este tema entre la gente joven y lo cierto es que es algo que nos tranquiliza de cara a un futuro en el que va a ser más necesario que nunca que cuidemos de nuestro cuerpo. Y más si, como en estos casos, va a tener una relevancia muy grande el asunto sobre nuestro descanso.
Lo más importante de la vida es vivirla sin que tengamos problemas de salud… o minimizándolos en la medida de lo que sea posible. No cabe duda de que, muchas veces, no está en nuestra mano porque es perfectamente posible que nazcamos con algún problema que vayamos a padecer hasta el final de nuestros días. Pero siempre será mucho más fácil vivir si tenemos unos buenos hábitos y una conciencia acerca de todo lo que supone cuidar de nuestro cuerpo. Esa es una de las grandes claves para que la vida sea algo mucho más llevadero y que la salud no sea un obstáculo para poder vivirla al máximo, que es lo que todos merecemos.