Soy profesora de infantil y, como muchos profes antes que yo, he descubierto que la música es una herramienta increíble para calmar y enfocar a los niños en el aula.
A menudo, cuando la energía se dispara o después de una actividad intensa, pongo música tranquila y noto cómo el ambiente se serena casi mágicamente. Esta experiencia me ha llevado a preguntarme: ¿puede la música prevenir un ataque de ansiedad?
La musicoterapia
La musicoterapia es una terapia que utiliza la música para mejorar el bienestar físico y emocional de las personas. No se trata solo de escuchar canciones relajantes, sino de un proceso estructurado donde un profesional emplea la música de forma intencional para generar efectos positivos en nosotros. Puede incluir cantar, tocar instrumentos, componer o simplemente escuchar melodías que ayuden a gestionar las emociones.
SOM Armonia, un espacio dedicado a promover la salud, el bienestar y un desarrollo pleno y armónico de las personas a través de la Musicoterapia, nos explica que “La Musicoterapia es una terapia holista que trabaja aspectos físico-motrices, cognitivos, comunicativos, sociales y emocionales, por ello puede utilizarse en el tratamiento de una gran variedad de problemáticas en niños, adultos o personas mayores”.
Y que es precisamente por este motivo por el que la musicoterapia se usa cada vez más en hospitales, escuelas y centros de salud. En hospitales, ayuda a pacientes antes y después de cirugías, reduciendo el estrés y el dolor. En escuelas, es una herramienta para que los niños expresen emociones y mejoren su concentración. También se aplica en adultos mayores con demencia, personas con trastornos de ansiedad o incluso en quienes padecen dolor crónico.
Lo más interesante es que cualquier persona puede beneficiarse de la música en su vida diaria. No hace falta ser músico ni tener conocimientos previos, solo conectar con sonidos que generen bienestar. La música tiene el poder de transformar nuestro estado de ánimo y mejorar nuestra calidad de vida.
Estudios que respaldan la eficacia de la musicoterapia en la ansiedad
Reducción de la ansiedad en pacientes médicos
Diversos estudios han demostrado que la musicoterapia puede disminuir significativamente los niveles de ansiedad en pacientes sometidos a procedimientos médicos. Por ejemplo, una revisión publicada en Medical News Today indica que la terapia musical ayuda a reducir la ansiedad en personas que se someten a cirugía, aquellas con cáncer y pacientes en cuidados intensivos. Además, se ha observado que la música puede disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que contribuye a una sensación general de calma.
Para muchas personas, estar en un hospital puede ser estresante, porque odian esos ambientes. Sin embargo, cuando se introduce la música en estos entornos, los pacientes reportan sentirse más relajados y con una mejor actitud ante sus tratamientos.
Algunos hospitales incluso han implementado programas de musicoterapia en quirófanos y salas de espera para reducir el miedo previo a las intervenciones. Escuchar música antes, durante y después de una cirugía ha mostrado efectos positivos en la recuperación de los pacientes. La música en vivo también ha sido utilizada en unidades de cuidados intensivos para acompañar a pacientes con enfermedades crónicas o terminales.
Este tipo de evidencia refuerza la idea de que la música no es solo entretenimiento, sino que tiene un impacto real en la salud mental y física de las personas. (medicalnewstoday.com)
Musicoterapia en el tratamiento de trastornos psíquicos
Un estudio publicado en la Revista de Investigación en Musicoterapia sugiere que, a través de la musicoterapia, se pueden lograr cambios positivos en pacientes con trastornos como la ansiedad y la depresión. Si utilizamos la música como herramienta terapéutica, se motiva y energiza a los pacientes, lo que promueve en ellos sentimientos de alegría y bienestar.
Las personas con trastornos de ansiedad suelen experimentar pensamientos acelerados y dificultad para relajarse. La musicoterapia puede ayudar a reducir esta hiperactividad mental, proporcionando un espacio de calma y conexión emocional.
Algunas técnicas utilizadas en la musicoterapia incluyen la improvisación musical, el canto terapéutico y la composición de canciones personalizadas. Estas prácticas permiten que los pacientes expresen sus emociones de manera no verbal, lo que puede ser especialmente útil para quienes tienen dificultades para comunicar sus sentimientos.
Además, la música rítmica ha demostrado ser beneficiosa para la regulación del sistema nervioso. Escuchar melodías con un tempo estable puede ayudar a sincronizar el ritmo cardíaco y la respiración, lo que induce un estado de relajación profunda.
Esta investigación refuerza la importancia de la musicoterapia en la salud mental y sugiere que podría ser una herramienta clave en el tratamiento de los trastornos de ansiedad.
Un policía y su piano: música para calmar en situaciones de crisis
Un ejemplo conmovedor del poder de la música para aliviar la ansiedad ocurrió en Valencia. Tras un intento de robo en su domicilio, una mujer de 84 años se encontraba muy nerviosa y alterada. Los agentes de la Policía Nacional, César Raro y Jorge González, acudieron para asistirla.
Al notar el estado de ansiedad de la señora, César, amante del piano, decidió interpretar varias piezas musicales en el piano de la vivienda, incluyendo la banda sonora de la película Amelie. Este gesto logró calmar a la mujer, quien, en agradecimiento, les escribió un poema.
Este acto refleja cómo la música puede ser una herramienta poderosa para aliviar la ansiedad incluso en situaciones de crisis.
La música puede pausar la mente
A veces, la ansiedad nos hace sentir como si nuestra mente fuera un torbellino de pensamientos incontrolables. En esos momentos, la música puede actuar como un «botón de pausa». Cuando escuchamos una melodía que nos gusta, nuestro cerebro se enfoca en ella y, sin darnos cuenta, dejamos de prestar tanta atención a las preocupaciones.
Es como cuando una canción pegadiza se nos queda en la cabeza y no podemos sacarla. Esto sucede porque la música activa el cerebro de una forma especial, haciendo que nos concentremos en los sonidos en lugar de en el estrés. De hecho, muchos terapeutas recomiendan a sus pacientes con ansiedad tener listas de reproducción con canciones que les transmitan calma o felicidad.
No hace falta que sea música clásica o instrumental (aunque estas son opciones muy efectivas). Cada persona tiene sus propios gustos, y lo importante es elegir canciones que nos hagan sentir bien. Un buen truco es crear una lista de reproducción para momentos de tensión, así cuando llegue la ansiedad, tendrás a mano tu «refugio musical».
El ritmo y respiración son la clave de la calma
¿Has notado que cuando escuchas música relajante tu respiración se vuelve más pausada? Esto no es casualidad. La música con ritmos lentos ayuda a sincronizar nuestra respiración con el compás de la melodía, haciendo que nos calmemos sin esfuerzo.
Por eso, en prácticas como el yoga o la meditación, la música juega un papel clave. Cuando el ritmo de una canción es tranquilo y constante, nuestro cuerpo lo imita de manera natural, bajando la frecuencia cardíaca y relajando los músculos.
Si te sientes ansioso en algún momento del día, puedes probar un pequeño ejercicio: pon una canción con un ritmo pausado, cierra los ojos y respira al ritmo de la música. En pocos minutos, notarás cómo tu cuerpo y mente se relajan.
Usa la música para hacer un viaje en el tiempo y revivir recuerdos felices
La música tiene un poder increíble para transportarnos a momentos felices del pasado. Una canción puede hacernos recordar unas vacaciones especiales, una tarde con amigos o la tranquilidad de la infancia. A veces, basta con escuchar los primeros acordes de una melodía para que nuestro cerebro nos lleve de vuelta a un instante lleno de alegría y calidez.
Cuando sentimos ansiedad, escuchar canciones que nos traen buenos recuerdos puede cambiar nuestro estado de ánimo. Nuestro cerebro asocia la música con emociones y experiencias, por lo que al escuchar una melodía ligada a un momento feliz, es como si volviéramos a vivirlo por un instante. Esta conexión puede ayudarnos a sentirnos más seguros y reconfortados, alejando los pensamientos negativos y devolviéndonos la sensación de bienestar.
Un buen consejo es tener una «lista de recuerdos felices» con canciones que te hagan sonreír o que tengan un significado especial en tu vida. Puedes incluir música de tu infancia, canciones que te recuerden a seres queridos o incluso aquellas que solías escuchar en tus momentos más felices. Cuando sientas que la ansiedad se acerca, dale al play, cierra los ojos y deja que la música te transporte a un lugar de calma y seguridad. Además, puedes complementar esta experiencia con un poco de movimiento, como bailar suavemente o balancearte al ritmo de la melodía, lo que aumentará la sensación de relajación y alegría.
Ten siempre a mano música en tu vida
La música no solo hace más bonita y llevadera nuestras vidas, sino que también tiene el potencial de ser una aliada en la gestión de la ansiedad. Ya sea en un aula infantil, en una sala de hospital o en el salón de una anciana tras un momento traumático, las melodías adecuadas pueden ofrecer consuelo y calma en momentos de inquietud.
