Uno de los productos que más caracterizan a nuestro país es, sin lugar a dudas, el vino. Un sector como el de la enología es uno de los más potentes de España y uno de los que más gente emplea dentro de nuestras fronteras. Sólo hace falta atender a los datos que se desprenden de los estudios realizados por varios medios de comunicación para darse cuenta de la importancia de un sector sin el que España jamás podría haber sido la que es hoy.
Uno de esos estudios es el que llevo a cabo Crónica Global, la sección del diario El Español, que facilitó en un artículo el 19 de noviembre de 2016. En el mismo se incide en que en el país hay un total de 4.120 bodegas en España, de las cuales 3.483 son embotelladoras y 637 no embotelladoras. Las superficies de viñedos dentro de nuestras fronteras es de 955.000 hectáreas, un dato que no obstante ha llegado a ser mucho mayor debido a que en 1980 había 1.643.000 hectáreas). El empleo que genera el sector de manera directa excede de las 24.000 personas y la facturación es superior a 4.500 millones de euros, algo que se debe, en más de su mitad, a las exportaciones.
No obstante, desde 1980 había descendido de manera drástica el consumo de vino en nuestro país. El sector comenzaba a preocuparse puesto que, por mucho que se apostara por la calidad (nuestro país es pionero en lo que tiene que ver con el mimo a la uva para confeccionar vinos de primer nivel), los datos no reflejaban que esa apuesta diera como resultado un aumento de la demanda.
Sin embargo, un artículo del diario El País publicado en su página web el 10 de abril de 2017 hacía referencia a que el consumo de vino había vuelto a crecer por primera vez desde hacía décadas, una noticia que vuelve a despertar cierta ilusión y cierto optimismo en un sector que sigue apostando por construir vinos de primer nivel para, sobre todo, hacer que desde el extranjero la demanda, al menos, se mantenga.
El éxito en el consumo de vino depende de un buen abanico de cuestiones. No sólo hay que tratar de construir un producto de calidad, sino que hay que saber venderlo de tal modo que, antes de probarlo, capte la atención de quien podría estar dispuesto a consumirlo. Ello depende incluso de un elemento como la copa, que tan ligado está a un producto como el vino. Numerosos estudios se han encargado de corroborar dicha información y, como consecuencia, ha aumentado la importancia y la búsqueda a través de Internet de empresas como Export Cave, dedicadas a la venta de copas de vino o vinotecas.
¿Un negocio con futuro?
Ese bajón en el consumo del que hablábamos con anterioridad es una de las razones por las cuales se dispararon, años atrás, todas las alarmas en el sector. Los datos, por tanto, revelados por ese artículo del diario El País del que hemos hablado antes hacen que, no obstante, se haya abierto un debate en el sector. ¿Tiene el negocio del vino futuro en España? La respuesta parece evidente y es positiva. No parece muy probable que los españoles dejemos de consumir un producto de tanta calidad o que, desde el extranjero, se rebaje el número de pedidos procedentes desde nuestras bodegas. Pero, no obstante, no conviene bajar la guardia.
Una de las mejores maneras de hacer que no se baje la guardia es de promocionar toda esa serie de artículos que van, de una manera o de otra, asociados al consumo de un producto como el vino. Ya hemos hablado de ejemplos como lo pueden ser las copas o las vinotecas. Pero el abanico es amplio y las posibilidades, por lo tanto, brillan por su enorme número. Saber aprovechar estas oportunidades será fundamental para el correcto desarrollo del sector en los próximos años.
España ha sido, es y será un país en el que la tradición enóloga se mantendrá por los siglos de los siglos. Vivimos en una ubicación geográfica privilegiada para hacer los mejores vinos del mundo y es por eso por lo que tanta gente seguirá vinculada a un sector que le ha otorgado una imagen inmejorable a nuestro país.