La necesidad que tenemos de usar el coche para un buen manojo de cuestiones nos hace depender de él a veces de una forma demasiado peligrosa. Peligrosa porque, cuando este objeto sufre algún tipo de daño o desperfecto que hace que su uso sea imposible o poco recomendable, tenemos que remover cielo y tierra para intentar hacer las mismas cosas a las que estamos acostumbrados. Y, la mayoría de las veces, la solución a esto viene de parte de los propios talleres mecánicos al ofrecernos un coche de sustitución.
Llevar el coche al taller es algo que nos afecta y mucho de cara a nuestra vida diaria. Nos condiciona una auténtica barbaridad… y más si tenemos en cuenta un factor como lo es el precio, que normalmente tiende a darnos cierto miedo. No cabe la menor duda de que este asunto es lo que más condiciona la reparación del vehículo y lo que nos puede jugar una verdadera faena a la hora de planificar los gastos de cada mes. Pero también tenemos que decir que, por suerte, no todo es como antes.
En este momento es cuando entra en liza un elemento como lo es Internet. La aparición de la red, ya lo hemos dicho muchas veces, ha hecho que el precio de muchos productos o servicios haya caído en picado a causa de que ha reforzado la competencia entre las empresas, lo cual obliga, por definición, a que el precio de los productos de esas empresas baje. El sector automovilístico no ha sido una excepción a esa regla y es precisamente por eso por lo que las reparaciones de los vehículos también son ahora, por regla general, algo más baratas que antaño.
Un artículo publicado en la página web del diario La Vanguardia informaba de las diferencias que existen a la hora de reparar coches de diferentes marcas, diferencias que pueden ser de cientos de euros teniendo en consideración un mismo problema. El artículo, titulado “¿Cuánto cuesta reparar un coche en España?”, dejaba claro que todavía es el precio el factor diferencial a la hora de apostar por una reparación o por la compra de un nuevo vehículo. Y es que no está la cosa como para volver loco al bolsillo del ciudadano.
Otra página web, en este caso Autopista, informaba acerca de los coches que más averías tuvieron durante el pasado año 2018. Según los datos que se nos ofrece en este portal web, el Opel Astra H fue el vehículo más problemático, siendo el Renault Megane fabricado entre 2002 y 2010 el segundo clasificado y ocupando la tercera y última plaza de este podio el Peugeot 307. Está claro que no es plato de buen gusto cuando tienes un coche de este estilo y se descubren estos datos. Pero existen soluciones que nos pueden sacar del apuro.
Uno de los ejemplos más claros de problemas en los vehículos y que más quebraderos de cabeza le da a los conductores es la rotura de un motor. No cabe la menor duda de que este es un problema grave y que tenemos que combatir de una manera rápida y eficaz. Y tampoco cabe duda de que se trata de un problema bastante más común de lo que creemos. Los profesionales de Motores Reconstruidos Hia así nos lo han contado, haciendo hincapié en la cantidad de personas que buscan, a través de Internet, una empresa o taller que les proporcione la solución o la pieza adecuada.
La fiabilidad no lo soluciona todo
Hay una cuestión que es mucho más potente que la fiabilidad de un vehículo, que es el simple paso del tiempo. Por muy fiable que sea un coche, no cabe la menor duda de que todos sus componentes se van deteriorando con el tiempo y que eso, a veces, hace imposible que nos podamos librar de las reparaciones que hay que hacerle al vehículo una vez llegado el momento. Está claro que, tarde o temprano, habrá que hacer frente a todos estos problemas. Así que es mejor tener claro a qué especialista acudir.
Los coches, por muy modernos y respetuosos que sean con el medio ambiente, van a seguir estropeándose. Eso ni siquiera lo pueden solucionar las nuevas tecnologías. Puede tener una esperanza de vida mayor, de eso no nos cabe la menor duda, pero de ahí a que uno de estos vehículos sea indestructible hay un trecho bastante grande. Por ese motivo es mejor estar precavidos y saber que, en algún momento, necesitaremos la ayuda y los conocimientos de los profesionales del campo de la automoción.