Está claro que todos los niños no aprenden al mismo tiempo. Por circunstancias personales o ambientales, algunos de ellos necesitan un refuerzo. La pedagogía terapéutica es un servicio que se presta en los centros educativos para que todos los alumnos avancen al unísono y no se discrimine a nadie.
Los pedagogos terapeutas son los encargados de llevar los grupos con necesidades especiales. Trabajan en educación infantil y primaria y podemos encontrarlos en secundaria dirigiendo grupos de atención a la diversidad.
Para conseguir una enseñanza inclusiva no basta con establecer la educación universal y obligatoria hasta los 16 años. Es necesario atender a las peculiaridades de los alumnos.
Imagínate a un niño que viene de otro país y sus padres lo matriculan en el colegio. A lo mejor ni tan siquiera conoce el idioma. Existen dos opciones, o se trata al niño como un caso perdido y el centro se desentiende de él o se destinan recursos para intentar que se acople al ritmo de sus compañeros.
Un caso habitual es el de niños que han perdido un curso porque han estado enfermos. Cuando se recuperan vuelven a la escuela. El tiempo que han estado de baja han perdido el hábito de estudio. Durante unos meses necesitarán a un pedagogo a su lado para recuperarlo.
Hace no muchos años, a los niños con necesidades especiales se les enviaba a colegios especializados. Se les negaba el derecho a recibir una educación como cualquier otro niño. En cierto modo, se les trataba como niños apestados. ¿Quién dice que un niño con un trastorno, como pueda ser el síndrome aspergéis, no pueda ser tan buen estudiante como los otros niños, entre comillas, “normales”?
Quizás presenten problemas para interrelacionarse socialmente. Para ello sigue una terapia psicológica fuera del centro. En el colegio habrá que partir de sus capacidades para potenciarlas e intentar suplir sus limitaciones.
Para estos casos se crean grupos especiales dirigidos por pedagogos terapeutas.
Las funciones del pedagogo terapeuta.
La web de la Universidad Internacional de La Rioja, Unir, indica que el pedagogo terapeuta es el profesional responsable de atender a los alumnos que en algún momento de sus estudios necesitan un apoyo extra.
En concreto están son las funciones que desempeñan:
- Facilitan la inclusión y atención a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo.
- Deciden cómo van a ser atendidos estos alumnos, trabajando para ello junto al resto del equipo docente.
- Identifican necesidades educativas especiales, presentan un plan de actuación y se encargan de llevar un seguimiento.
- Elaboran los materiales didácticos para que esos alumnos cumplan los objetivos educativos del centro y se sumen al ritmo de estudio de sus compañeros.
- Realizan las adaptaciones curriculares que sean necesarias, encargándose de su gestión y diseño con la colaboración del profesorado.
- Atienden el aula de necesidades especiales.
- Definen con los demás profesionales que trabajan con el alumno, no solo los profesores (terapeutas, médicos, asistentes sociales, etc.) la metodología a seguir. Para ello deben mantener contacto con los otros especialistas que intervienen en la adaptación o recuperación del niño.
- Se encargan de la relación con las familias. Informándoles sobre los avances de sus hijos.
Las ventajas de una educación inclusiva.
Desde luego, este sistema aboga por la igualdad educativa. Porque a todos los niños se les trate igual, partiendo de sus peculiaridades. Contar con un equipo de pedagogos terapeutas es un reflejo de la calidad del centro y de su preocupación real por los alumnos.
La web de enseñanza «Forma Infancia» indica que utilizar la pedagogía terapéutica reporta ventajas significativas tanto para el niño, como para sus padres. Estas son algunas de ellas:
- Se presta una enseñanza personalizada, diseñada “a medida” del alumno, partiendo de sus posibilidades de aprendizaje.
- Se mejora la autoestima del niño. La terapia se desarrolla tanto en el ámbito escolar como en el personal. El beneficio es progresivo e incuestionable.
- Se propicia la socialización con los otros niños. La convivencia con otros alumnos mejora la preparación para la vida.
- Se potencia la autonomía personal del niño. Evitando que sea dependiente de padres y profesores. Mejorando su forma de desenvolverse tanto en la escuela como fuera de ella.
- Se desarrollan actividades personalizadas diseñadas para que pueda superar sus dificultades. Se le dota al niño de habilidades con las que suplir las deficiencias o problemas que presente.
- Se le presta una formación y atención en diferentes ámbitos, no solo el aula: el comedor, el patio de recreo, los baños, el gimnasio, etc.
- La relación con los otros niños se da en un entorno controlado. Esto permite adaptarse a sus compañeros de una forma más efectiva.
Emplear pedagogos terapeutas en los centros educativos permite a los niños que requieren una atención especial, que en muchas ocasiones es temporal, adaptarse al nivel académico del centro e integrarse mejor en la dinámica del colegio.
Los alumnos irán evolucionando, sin tener que lastrar ningún trauma o complejo. Nos puede sorprender lo rápido que progresan los niños, ya que tienen una capacidad de adaptación superior a la de los adultos.
Por otro lado, la presencia de estos profesionales proporciona tranquilidad a los padres. Saben que sus hijos estarán atendidos como corresponde.
Qué formación reciben los pedagogos terapeutas.
Para realizar este trabajo es necesario haber cursado la diplomatura de magisterio, con un grado en enseñanza infantil o enseñanza primaria y tener la especialización de pedagogía terapéutica.
También están capacitados, aquellas personas que han estudiado la diplomatura de pedagogía o que hayan cursado el máster en psicopedagogía.
No son los típicos maestros, sino que tienen conocimientos específicos sobre psicología adaptados al ámbito escolar. Así, por ejemplo, tienen nociones sobre logopedia, conocimientos técnicos sobre discapacidades y como abordar determinados trastornos relacionados con el aprendizaje como la dislexia o el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.)
No son psicólogos infantiles, pero manejan recursos sobre inteligencia emocional, escucha activa, análisis de conducta, etc. Deben ser personas empáticas, pacientes, motivadas y con tolerancia al estrés.
Una apuesta de la enseñanza pública.
Es el Estado y las Comunidades Autónomas las que han decidido que en todos los centros educativos públicos se cuente con pedagogos terapeutas. Sin menosprecio de que algunos centros privados los integren en sus plantillas.
Todas las consejerías territoriales de enseñanza cuentan con una bolsa de trabajo en la que los pedagogos titulados se pueden inscribir para cubrir suplencias o trabajar de interinos.
El funcionamiento de estas bolsas es idéntico al de cualquier bolsa de trabajo de enseñanza. Funcionan por antigüedad y por méritos (tiempo trabajado haciendo sustituciones). En el momento en el que un centro comunica una vacante, la consejería de enseñanza de la comunidad autónoma llama al primer aspirante colocado en la lista. Negarse a realizar una sustitución, porque supone un desplazamiento de residencia o por cualquier otro motivo, suele corresponderse con un descenso en el ranking de la bolsa de trabajo.
Cada año, las Comunidades Autónomas convocan oposiciones para cubrir las plazas que necesitan. Laura García, instructora en Preparador PT, una academia online especializada en oposiciones de pedagogía terapéutica, nos comenta que las pruebas pueden ser por estabilización o por reposición.
La estabilización consiste en un examen sobre el temario y en la presentación de una unidad didáctica que el opositor lleva preparada desde casa.
En la prueba de reposición, después del examen, el aspirante ha de resolver un caso práctico.
Una vez superado el primer examen, los aprobados entran en la fase de concurso. En la cual se tiene en cuenta los méritos, principalmente el tiempo trabajado en las bolsas de trabajo.
Cada comunidad autónoma puede optar por un sistema de selección o por otro. Los titulados se pueden presentar a ambos. Incluso presentarse en oposiciones de varias comunidades autónomas, pues es muy difícil que las pruebas de estabilización y de reposición coincidan el mismo día.
Las oposiciones por estabilización son más sencillas. Tal vez por eso, benefician más a aquellos interinos que lleven mucho tiempo haciendo sustituciones, ofreciéndoles una oportunidad para obtener plaza y regularizar su situación.
Por otro lado, la vía de reposición es eliminatoria. Interinos que tengan mucha experiencia puede ser que no superen la prueba del caso práctico. Este método enrasa a todos los opositores, restándole peso al tiempo trabajado y primando los conocimientos y la capacidad del aspirante en dar soluciones a problemas concretos que se le puedan presentar.
La forma que adopte el proceso selectivo aparece anunciada, junto al temario y la fecha de las pruebas, en el decreto de convocatoria de las oposiciones que publica la Comunidad Autónoma en el Boletín Oficial de la región.
No existe un sistema preestablecido; es decir, no se puede afirmar que Cataluña selecciona a los pedagogos por reposición y Murcia lo hace por estabilización. Una comunidad autónoma que elija un procedimiento, puede escoger el otro para las oposiciones del año siguiente.
Acceder a la plaza de funcionario puede ser un camino duro, pero reconfortante. Al final, el aspirante consigue trabajar de pedagogo terapéutico. Una profesión vocacional que implica enfrentarse a retos y luchar por una educación igualitaria e inclusiva.