Los dientes sanos son importantes para muchas personas e irradian salud y una apariencia bien cuidada. Pero cuando se trata de ir al dentista, incluso a los hombres experimentados a veces les tiemblan hasta las rodillas.
Este miedo a ir al dentista está muy extendido: alrededor de cinco millones de alemanes adultos le tienen tanto miedo que preferirían enfrentarse al dolor y a la pérdida de dientes antes que ir al dentista. Sin embargo, con la ayuda de la homeopatía muchas veces es posible resolver esta fobia.
¿De dónde viene el miedo al dentista?
La mayoría de las personas experimentan en la primera infancia que el tratamiento dental no es precisamente agradable. Tumbarse en la silla con la boca abierta, escuchar el sonido del taladro y esperar a que duela, es como un trauma en el alma del niño. Esta mezcla de estar a merced, indefensión y dolor permanece con muchas personas a lo largo de su vida.
En la edad adulta, los profesionales dentales de Ortodoncia Gran Vía 51, indican que este miedo a menudo se convierte en fobia al dentista. De hecho, esta clínica experta en estética dental en Madrid Centro, nos ha explicado cómo las personas con fobia al dentista no solo evitan los tratamientos estéticos, sino también los necesarios para la salud bucodental, y deben realizarse bajo anestesia general, lo que plantea riesgos evitables. Muchos dentistas ahora están capacitados para tratar a los llamados pacientes ansiosos. El óxido nitroso se utiliza para la sedación parcial. El tratamiento con óxido nitroso es menos riesgoso que la anestesia general, pero además debe pagarlo el propio paciente. El miedo al dentista también puede salir muy caro.
¿Qué opciones de tratamiento existen para los pacientes con ansiedad?
Hoy en día, muchos consultorios dentales están capacitados para tratar con pacientes ansiosos y estos pacientes pueden ser asesorados y tratados fácilmente. Pero tampoco se debe ignorar la causa del miedo al dentista. La terapia conductual puede ayudar a las personas a enfrentar el miedo y desarrollar técnicas de relajación que lo respalden.
La hipnosis es una forma especial de tratamiento: durante la hipnosis, un dentista especialmente capacitado pone al paciente en un estado de trance antes de comenzar el tratamiento. Sin embargo, la hipnosis no es adecuada para todos los pacientes ansiosos y tampoco se recomienda para pacientes con enfermedades mentales.
La acupuntura antes del tratamiento tiene como objetivo aliviar el dolor y promover la curación. Se dice que las puntas de agujas en la oreja alivian la ansiedad.
También es posible la sedación analógica como tratamiento sedante. Con ambas formas, el paciente sigue respondiendo y los riesgos son significativamente menores que con la anestesia general. El médico tratante también puede recetar medicamentos sedantes que tengan un efecto ansiolítico y relajante.
¿Cómo puede ayudar la homeopatía con el miedo al dentista?
Sin embargo, con el remedio homeopático adecuado se pueden aliviar tanto el miedo como la sensación de dolor y evitar posibles costes de anestesia. El factor decisivo a la hora de elegir un remedio es el tipo de miedo muy personal y la reacción típica al mismo.
Estos son los remedios más probados:
- Arsenicum album si estás temblando de miedo.
- Argentum nitricum probablemente te ayudará si tienes diarrea por ansiedad y necesitas comer algo dulce.
- Gelsemium ayuda cuando te sientes paralizado por el miedo pero inquieto al mismo tiempo.
- Si sufre ataques de pánico debido a una próxima visita al dentista, Aconitum es el remedio adecuado para ti.
Haz una solución acuosa del remedio apropiado con potencia C30 disolviendo cinco glóbulos en un vaso de agua sin gas y revolviendo vigorosamente. Aproximadamente una hora antes de acudir al dentista, bebe sorbos de esta solución acuosa hasta que te sientas más tranquilo. Revuelve vigorosamente la solución cada vez antes de tomar otro sorbo.
¿Qué opciones hay para relajarse?
Una buena forma de afrontar el miedo y la tensión es viajar mentalmente a un mundo de fantasía. Los psicólogos llaman imaginación a este trabajo con imágenes positivas y relajantes. Puedes utilizar esta estrategia simplemente cerrando los ojos en el sillón dental, respirando tranquilamente hacia el estómago y pensando en algo positivo. Evoca imágenes agradablemente tranquilas, como por ejemplo, de tus últimas vacaciones. Siente el sol en tu piel, escucha el sonido de las olas y siente la suave arena bajo tus pies. De esta forma, entras en un estado de trance ligero que te hace olvidar el miedo.
Última opción: anestesia general
Si el pánico ante el dentista es tan grande que nada más puede ayudar, el último recurso es la anestesia general. Alternativamente, se pueden utilizar sedantes muy fuertes para la sedación. De cualquier modo, tarde o temprano tendrás que acudir al dentista, porque sólo los controles periódicos garantizan unos dientes sanos.
Si se te va a aplicar anestesia general, un anestesista le informará previamente sobre qué agente se utilizará y cómo se administrará. Normalmente el medicamento se administra por vía intravenosa a través de un puerto. Los médicos lo controlarán durante toda la anestesia.
La anestesia general siempre debe ser el último recurso, ya que cualquier anestesia siempre supone una carga para todo el organismo. Especialmente cuando se visita al dentista, los pacientes a menudo tienen que cooperar abriendo y moviendo la boca, lo que la anestesia impide. Por lo tanto, sólo debes hacer esto en caso de absoluta emergencia.
¿Cómo se puede superar el miedo al dentista?
Como es bien sabido, el conocimiento es el primer camino hacia la mejora. Si has tomado conciencia de tu fobia al dentista, podrás controlar mejor tu miedo con unos sencillos consejos. En primer lugar, debes comunicar tu miedo en la consulta para que el médico y el personal puedan prepararte y tener una visita tranquila, sin traumas y sin estrés. Las técnicas de relajación y los remedios homeopáticos ayudan a aliviar la ansiedad antes de una visita al dentista. También puedes pedirle a tu dentista que te explique todos los pasos del tratamiento y así aliviarte de cualquier incertidumbre antes del tratamiento dental. Tu dentista también puede darte consejos adicionales para la relajación y la preparación, así que no dudes en hablar con tu dentista en persona.