¿Qué entendemos por pulpitis?

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Cuando hablamos de pulpitis, nos referimos a un proceso inflamatorio que afecta a la pulpa del diente o lo que es lo mismo al tejido blando localizado en la parte interior y vital del diente, en la cavidad dental y que contiene el nervio, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo.

El síntoma principal de la pulpitis es el dolor, que puede ser más o menos intenso, dependiendo del grado de afectación de la pulpa dental, por lo que teniendo en cuenta esto y el grado de afectación de la pulpa dental, se puede clasificar en:

  • Pulpitis reversible. Es el tipo de inflamación más leve, en ella el dolor aparece cuando sobre la pieza dental se aplica un estímulo externo, como frío, dulce… y en menor medida calor, una vez retirado el estímulo que lo provoca el dolor desaparece en cuestión de 1 o 2 segundos. Las causas de este tipo de pulpitis pueden ser muy diversas, por lo que debe ser motivo suficiente para realizar una consulta odontológica. Pero para ello no nos debemos de dejar aconsejar por cualquiera, así que si vosotros creéis estar sufriendo pulpitis, nosotros os recomendamos que os vayáis rápidamente a la Clínica dental Suárez, donde sus equipos profesionales altamente cualificados y formados por doctores docentes en universidades, son también expertos en la aplicación de las últimas innovaciones tecnológicas, por lo que ellos os detectarán de forma rápida esta problemática, en el caso de que la estéis sufriendo. Este tipo de pulpitis se origina principalmente como consecuencia de una caries que no ha dañado el nervio dental, una fractura dental donde la dentina haya quedado expuesta, por una erosión en el esmalte dental que alcance la dentina, bruxismo que haga perder el esmalte dental, etc.
  • Pulpitis Irreversible. En este caso el dolor es muy fuerte, pudiendo aparecer de forma espontánea o durar unos minutos después de que el estímulo, generalmente calor, se haya retirado, pudiendo extenderse este dolor a otras piezas dentales de tal forma que el paciente puede tener dificultades en localizar el diente que origina el dolor, incluso si es el maxilar superior o inferior, pero no si corresponde al lado izquierdo o derecho de la boca. En este tipo de pulpitis se produce un edema dentro de la cavidad de la dentina que hace que se detenga el flujo sanguíneo, lo que provoca la muerte de las células que conforman la pulpa dental y por tanto una necrosis de la pulpa. Como resultado de la necrosis el dolor puede cesar por varios días y no responder a los estímulos de calor o frío, pero sí a la percusión. A medida que la infección avanza de forma gradual, el diente se vuelve cada vez más sensible a la presión o a la percusión. Este tipo de pulpitis se origina principalmente como consecuencia de una caries muy desarrollada que alcanza la pulpa dental, por la acción de algunos materiales como resinas, cementos… que se utilizan en determinados tratamientos dentales, etc.

La pulpitis no es una enfermedad grave, sino que el mayor peligro que presenta es tener que extraer la pieza dentaria ante la imposibilidad de realizar un tratamiento.

Los tratamientos pueden ser, en primer lugar, la administración de antibióticos y/o antiinflamatorios para tratar la inflamación. Si la pulpitis es reversible, se trata y elimina la caries que la origina, para a continuación realizar un empaste. En el caso de que se trate de una pulpitis irreversible, el tratamiento a realizar es más largo y complejo, pues tras la administración de antibióticos se realizará por el especialista una pulpectomía o una endodoncia, que consiste en la extracción total de la pulpa dental mediante un procedimiento quirúrgico, tras lo cual se procederá a la desinfección y sellado de los conductos en los que se encontraba.

Como principales medidas de prevención de la pulpitis se pueden señalar el mantenimiento de una buena y correcta higiene dental, una alimentación sana y equilibrada evitando el consumo abusivo de azúcares y bebidas carbonatadas, así como el establecimiento de unas visitas periódicas al especialista dental para prevenir y/o tratar cualquier pequeño inicio de caries que se presente.

¿Qué otras enfermedades causan dolor dental?

Otras enfermedades que pueden causar un importante dolor dental son:

  • Enfermedad periodontal o periodontitis. Se trata de una importante infección de las encías que daña los tejidos blandos que rodean el diente y que puede llegar a destruir el hueso que sostiene los dientes.
  • Herpes simple en la mucosa del maxilar. El paciente presenta numerosas vesículas localizadas principalmente en la mucosa del paladar duro o en la encía próxima a una pieza dental.
  • Apretar los dientes mientras dormimos de una forma inconsciente e incontrolada puede provocar alteraciones en el sistema masticatorio y dolor en las mandíbulas.
  • Neuralgia del trigémino. Este nervio responsable de la sensibilidad del rostro puede causar un fuerte dolor crónico en la cara y boca.

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